martes, 26 de diciembre de 2006

El poder de los niños

De veras resulta sorprendente Su modo de venir a nosotros: como un bebe. No con el poder, no con la riqueza, no como un profeta adulto, no como un sacerdote ya formado, no como un profesional exitoso ni como una diligente ama de casa, sino como un pequeño niño.
¿Y cuál es el poder de los niños, si es que tienen alguno?

La indigencia es uno. La necesidad. Pocas realidades vivas son tan des-validas como los bebes. Se presentan totalmente necesitados, y por eso atrapan nuestra atención: naturalmente tendemos a socorrerlos: ellos dependen de nosotros, pero ahí mismo en esa necesidad nosotros empezamos a depender de ellos.

Pero además nos cambian la cara. Los niños tienen encanto. Nos arrancan una sonrisa, o nos aflojan, dándonos ternura en el corazón y en el rostro: dulcifican, amansan: atraen porque siempre tienen hermosura.

Y estos son los dos caminos por los que Dios llega: la pequeñez y la belleza, la eficacia sorprendente de los niños.

Todo por cierto contenido en el corazón y en el vientre de una Mujer, sin urgencias, con cuidado y paciencia: nueve meses le duró este hospedaje, cinco estrellas, hasta que una se fue a avisarnos que llegaba.

La pequeñez y la belleza: ¿son estos quizás los dos caminos que nos pueden acercar a los demás, que hacen posible el encuentro de los desencuentros humanos? Porque si hay algo en lo que nuestros poderes comunes fácilmente fracasan es en las relaciones humanas. Si fueron el método del Altísimo, por lo menos podríamos probarlo entre nosotros. Quizás sea una técnica revolucionaria.

sábado, 16 de diciembre de 2006

Insiste en venir

A pesar de que en casa estamos con muchos problemas: sobre todo por la violencia "doméstica", y porque a veces ya no queremos a nuestros hijos,
insiste en venir.
A pesar de que lo dejamos esperando, porque estamos demasiado ocupados, dan una buena pelicula en la TV, tengo mensajitos para contestar en el celular, y además quiero estar sola,
insiste en venir.
A pesar de que no soy digna de recibirlo, a pesar de que la casa está re-desordenada, a pesar de que la música está demasiado fuerte,
insiste en venir.
A pesar de que tengo vergüenza, no sé qué dirán los vecinos, no tengo qué ponerme que me quede bien, no estoy maquillada,
Él dice que por eso mismo tiene más ganas de venir, de que le abra la puerta, de hacer la fiesta del Nacimiento nuevo.

lunes, 11 de diciembre de 2006

El buscador buscado

¿Quién es el que busca? ¿Nosotros buscamos a Dios o Dios nos busca a nosotros?
Una buena época para las preguntas:
¿Qué busco? o bien, ¿a quién busco?
¿Quién me busca? Lindo que alguien nos busque, no? Que alguien tenga ganas de encontrarnos.
Múltiples son las posibilidades de respuestas.
Pero lo más importante HOY -por lo menos hasta el 24 a la noche-: es Dios el gran buscador, el gran enamorado. Se las ingenió de mil maneras para decirnos su amor, y al final, quiso venir en persona. A ver si me encuentra, a ver si te encuentra.
Mientras tanto, como para hacernos los encontradizos, por ahí viene bien, también en estos días, hacerme yo, hacerte vos y hacernos nosotros esta pregunta: ¿qué busco? ¿qué buscamos?
Lo que se nos promete es la gracia, la paz.

domingo, 3 de diciembre de 2006

Rezar mirando a La Meca

Es lo que hizo hace pocos días Benito XVI, cuando visitó la mezquita azul.
Acá hay dos temas. Uno es que Dios hermana.Porque se puso CON los musulmanes, rezó COMO ellos. Se le hizo más ancho el corazón, más grande la oración, en cuanto que incluía a sus compañeros islámicos.
El otro tema: ¿adónde miramos para rezar? Algunos cierran los ojos. "Miran" su corazón, o lo sienten: es la negación del mirar. Dicen que a veces, los ciegos ven más.
A Jesús una mujer le preguntó dónde era mejor adorar, en qué templo. Él le contestó que lo mejor era hacerlo "en espíritu y en verdad": cualquiera sea el lugar. Pero mientras tanto, nos deja mirarlo.
Una amiga tiene profunda oración mientras da de mamar. Otro reza mirando dormir a su niño. Otro mientras contempla los rostros variopintos de sus compañeros de colectivo/autobús/metro.
Umberto Eco dice que en el futuro serán sabios los que sepan SELECCIONAR la información. Quizás seamos mejores orantes si sabemos seleccionar lo que miramos cuando rezamos:
¿Una imagen? ¿El rostro amado ausente? ¿el mar o el cielo? Los hindúes hacen oración mirando un "mandala". Algunos adoramos contemplando un pan pequeño blanco y sencillo donde a Dios se lo puede ver, aunque hace como que se oculta.

domingo, 26 de noviembre de 2006

DiosUno, ¿desune?

Las religiones mono-teístas (judaísmo, islamismo, cristianismo..., por ejemplo) muchas veces hemos sido (¿somos?) causantes de violencias, de guerras.
¿Será posible que Dios Uno una y no des-una?
El cristianismo ve a Dios como Unidad de Tres (Trinidad). Tres diferentes que están tan unidos... que son Uno. Pero son diferentes.
Viéndose diferentes se aman. Ese diferente es mi amigo, mi amiga.
¿no puede ser este un camino para que la religión nos una, para que sea el mejor motivo y motor de solidaridad?
Esto a raíz de que el papa Benito XVI se va mañana a Turquia.
María Lago